El Ser Interno es aquello que somos en esencia, es decir, mucho más allá de nuestra profesión, nuestro lugar de nacimiento, el lugar dónde vivimos, las personas con las que nos relacionamos o la ropa que vestimos... Buscar el Ser Interno es una tarea complicada que me gustaría emprender. Quitar todas las capas de la cebolla que somos para ver qué soy en realidad puede dar un poco de miedo. En cada momento y situación cada uno adopta un rol. Yo tengo varios roles en mi vida: rol de hija, de pareja, de empleada, de amiga, de jugadora de fútbol.... ¿Quién soy yo más allá de todos esos roles? ¿Quién soy yo en todas esas situaciones? En determinados momentos me paro, miro a mi alrededor y pienso: si tal persona, con la que me relaciono en otro tipo de situaciones, me viera en este momento no me reconocería. Lo cual me gusta, porque quiere decir que no encajo con los esterotipos. Sólo tus amigos más cercanos no se dejan sorprender...porque conocen tu esencia. Pensé en crear un blog y llamarlo Mi Ser Interno, pero ya tengo un blog, así que ¿por qué no aprovecharlo? De hecho, este blog forma parte de mi, así que es un buen reflejo y un buen lugar desde el que comenzar esta búsqueda.
Esta reflexión parte de un curso al que acudí el sábado pasado llamado Pensamiento Positivo y Raja Yoga, organizado por la Asociación Espiritual BRahma Kumaris. Muy interesante.
¿Quién soy yo? Soy una persona que se preocupa por conocerse a sí misma para mejorar. Comparto la idea de que el mundo se mejora si cada uno de nosotros mejoramos nuestro pequeño mundo. Soy una persona inquieta, curiosa y que desea un mundo más feliz y más pacífico. Creo que hay que pararse de vez en cuando a mirar dentro de nosotros mismos para poder sacar lo mejor y ofrecerselo a los demás.
